Sonic continúa alargando su leyenda por más años y generaciones que pasen. La mascota de Sega hace tiempo que abandonó su nido, afincado en las consolas de su compañía madre, para ofrecer sus aventuras en todas las máquinas del mercado, sea de uno u otro modo. Su estreno en PSP se hizo de rogar, aunque por fin llega a nosotros el estreno del erizo azul en la portátil de Sony.
Y lo hace recurriendo a su principal baza, la velocidad: Sonic Rivals es un juego de carreras que sigue, hasta cierto punto, la tradición de Sonic R de Saturn (dejando a un lado los Sonic Drift de Game Gear o el más reciendo Sonic Riders, puesto que en ellos Sonic iba motorizado en vez de depender de sus propias piernas). Sin embargo, la calidad final del juego no le llega ni a la suela de los zapatos a aquel juego, y mucho menos a las grandes incursiones con las que el erizo azul nos deleitó en numerosas ocasiones.
Gráficos
A nivel gráfico, Sonic Rivals es un juego muy vistoso y llamativo. Sin resentirse del molesto 'ghosting' que salpica la mayoría de juegos 3D de la consola, el de Sega ofrece unos amplios escenarios (aunque sólo podamos recorrerlos en una dirección) repletos de elementos vivos y múltiples caminos. Hay dos cámaras: la lateral y otra que se coloca detrás del personaje, siendo la utilidad de ésta última bastante dudosa. La mayoría de niveles están basados en los de los clásicos Sonic de 16 bits, y es por ello que los guiños a éstos son constantes.
Del mismo modo, tanto el modelado de Sonic y compañía como el de los enemigos luce a un excelente nivel, así como los efectos gráficos derivados de las habilidades y los 'power-up' que vamos consiguiendo durante el transcurso de las carreras. Todo el entorno se mueve a una velocidad endiablada y sin sufrir bajadas en la tasa de frames por segundo. En Rivals podemos ver a Sonic haciendo gala de un despliegue gráfico 3D sin apenas fisuras, por primera vez en una portátil.
Sonido
Nada que destacar en este apartado, más allá de los característicos temas electrónicos omnipresentes en cualquier Sonic, y los mismos FX para cuando saltamos, recibimos daño o recogemos un anillo. Lo que sí hemos notado es, sin embargo, la escasez de voces. No escuchamos más que algún que otro nombre propio o gruñido, y no hubiera estado de más añadirle audio a los diálogos del modo Historia.
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El auténtico talón de Aquiles de Sonic Rivals. Aprovechando la velocidad característica de los plataformas de Sonic, Sega ha intentado adaptar una vez más los patrones de la saga a un juego de carreras. Lo cierto es, que si no fuera porque estamos constantemente compitiendo con otro personaje, el desarrollo de los niveles no sería demasiado distinto al de los Sonic de los 90. En ese sentido, Sega ha sido capaz de respetar los pilares de la serie.
Sin embargo, todo se viene abajo al vernos con la necesidad de ganar a nuestro rival. Y es que el concepto jugable de Sonic puede llegar a funcionar en las plataformas, pero no en estas carreras. No al menos a la velocidad a la que todo se mueve. Al ser un juego cuya libertad queda limitada a las 2D, en el único aspecto donde podemos demostrar nuestra habilidad es al memorizar los tropecientos obstáculos que hay repartidos por el mapa. Y lo malo es que, para memorizarlo, primero hay que caer en ellos.
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Sonic Rivals es un juego muy frustrante. Es difícil esquivar un peligro si para cuando lo hemos visto ya estamos encima. De modo que al final, todo acaba resumiéndose en una experiencia jugable cuyos frutos nacen del siempre cansino método del ensayo y error. Si bien es cierto que durante las primeras partidas logra 'picarnos' para superar a nuestro rival, a la larga llega a cansar. Y es que como decíamos, al estar limitado a las 2D, no tiene mucho sentido rejugar los niveles una vez los hemos superado. Poco cuenta nuestra habilidad a los mandos, y mucho lo hace el factor "suerte".
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Existen cuatro modos de juego en Sonic Rivals: Historia, Desafío, Copa Circuito y Red. Tras elegir a uno de los cuatro personajes disponibles (Sonic, Knuckles, Shadow y Silver) en el modo Historia, se ponen a nuestra disposición seis campeonatos que engloban cada uno dos carreras y un enemigo final. La estrategia a seguir en estos encuentros es sencilla: golpear más veces al enemigo (en general de gran tamaño) que nuestro rival.
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Desde el modo Desafío se nos propone completar las mismas fases del modo Historia pero cumpliendo unas condiciones nada sencillas. Terminar la carrera en un tiempo determinado, recolectar una cantidad de Rings, golpear al rival... Sin lugar a dudas, y teniendo en cuenta la dificultad del juego, el modo Desafío es el que más tiempo nos llevará completar. Para el modo Copa Circuito se ha usado la conocida fórmula de premiar como campeón al más regular tras una serie de carreras contra un rival al que nosotros elegimos. Por último nos encontramos con el multijugador, que permite a dos amigos que poseen el juego (no hay opción para compartir contenidos) competir en los mismos circuitos que en las anteriores modalidades.
